La inversión que procede de personajes informales en nuevos proyectos empresariales tuvo un auge en este último tiempo en España. El crecimiento fue cercano al 8,2 por ciento en el pasado ejercicio, y un 3% de la población activa del territorio nacional tuvo su participación como fuente de inversión en los nuevos desarrollos. Esto es lo que se dio a conocer según un estudio que fue realizado por el Proyecto Escuela Banespyme Orange.
Todos los registros, ponen en una clara evidencia que el 2,85% de la participación en la actividad emprendedora viene de parte de inversores informales, mientras que sólo el 0,23% se corresponde con las personas no conocidas por el emprendedor antes de la puesta en marcha del proyecto que fue pensado previamente para implementar en el mercado.
Ante la difícil situación que se vive para poder obtener créditos se dio el resultado que cerca del 92,25% procede de inversores informales, y un 7,8% de «business angels», que es como se denomina al segundo grupo. Sin embargo, ambos colectivos aportaron un capital medio de 38 mil euros, según todos los datos que brindó el observatorio Global Entrepeneur Monitor (GEM).
Además, los emprendedores aún siguen acudiendo en más del 64% de los casos a la banca para poder conseguir una financiación o sino a las ayudas públicas en un 51% de los casos, para poder conseguir de alguna manera engrosar sus finanzas, y de esa forma llevar delante su iniciativa. Sin embargo, ésto no es una tarea simple, debido a que todos los que comienzan los trámites para llevar adelante un préstamo no obtienen buenos resultados.
Para concluir, si se hace una división por sectores, todos aquellos que están relacionados con el sector del consumo son quienes registran una mayor aportación media de capital con el 52%, y son seguidas de cerca por las actividades transformadoras con un 27,6%, los servicios con el 13% y la industria reactiva con el 7,3%.